LIBRO RECOPILACIÓN DE LOS PREMIADOS
TITULO DE LA OBRA : EL SENDERO DEL POETA
CONSTA DE DOS POEMAS : HOMENAJE A PARADELA Y PRIMAVERA
HOMENAJE A PARADELA
En escudo de oro, una cruz de Santiago,
recuerda el paso de peregrinos
del camino francés a Compostela
por su territorio.
Acompañada en punta
de dos castaños de sinople.
Mantel de azur cargado a diestra,
de campana de plata
rinden honor a San Miguel
y siniestra de una mitra de oro
representando al Monasterio de Lolo.
Al timbre, corona real cerrada.
Majestuosa.
A dos colores azul y amarillo su enseña
y al centro la misma cruz del santo,
abraza el tronío y la raza
de tan lucense concello.
Su nombre proviene del latín parata
es Ribera sacra y alto en el sendero.
Albergue y posada.
Tierra y barro de monasterios
milenarios y árboles autóctonos
y frondosas riberas de ríos, que invitan al descanso.
Gozando siempre camino,
entre la depresión del Sarria
y el majestuoso valle del Miño.
A todo visitante,
hasta los pájaros le hacen un guiño
para que pare y atienda a recreo y descanso.
De sus festejos,
celebraciones patronales
en Septiembre el tercer domingo,
la feria de ganado,
martes de carnaval o san Isidro en Mayo.
De su amplia gastronomía,
el cocido con repollo y grelos
la ternera gallega, la castaña
o el pulpo y los vinos
hacen las culinarias delicias a cualesquiera
hijo de vecino.
De sus gentes, gentileza y nobleza,
el honor en la sangre, orgullo de estirpe
y raza de la tierra.
Por favor vengan, amigos,
queridos peregrinos no calcen remilgos,
hagan alto en la senda.
Reposen calzado, ruedas y hasta espuelas
y visiten Paradela.
Ya todos sabemos que alto en el camino
levanta arrojo y coraje
y repone las fuerzas.
Con brazos tendidos y abiertos
y llenos de prebendas,
a todo bienvenido viajero,
pagaremos su gesta.
PRIMAVERA
Despertar de los sentidos
en silenciosos arco iris que cobijan la luz
mientras despierta la urbe a la lucha de los sentidos
y el perfume de la tierra.
Lluvia arrecida y ventiscas
que asolan en almizcle y guirlache
amaneceres del alma henchida de inquietud y vida.
La magia ensordecedora
del brillo del astro
sumida en murmullos ahogados del pecho
preso de anhelo y relente reposo en tierna lujuria.
El despertar del planeta
en su esplendor sobre la hierba
resaca de rocío y nostalgia
apresan el gemido enamorado del corazón
en la época ataviada
con el lujurioso goce de los almendros en flor …
El gozoso amanecer de los sentidos
y el embravecido afilar del alma
con dagas de pasión alocada
subliman sensibles la primavera
en la mitad de la tierra.
La fuerza del corazón
ataca el alma sesgada y la libra de mil batallas
mientras ella enjaulada en fieles suspiros que la delatan,
brama cariacontecida al vaivén del soñar de una pizarra
en donde garabateados te quieros,
presumen en nostalgia del amor sincero
olvidado en las letras del trovador
que tenaz y enamorado de su brillo,
la guarda.
Primavera .
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