NUESTRO FUTURO ESTÁ EN SUS MANOS
Ultimando la segunda década del siglo XXI y a punto de comenzar la tercera, parece que nos pilla muy lejos o que ni siquiera va contra nosotros, lo acontecido en cuanto a terrorismo en nuestra patria, en las postreras del siglo XX y el inicio de este que nos ocupa.
Si que en cambio pareciera estar de moda, incidir sobre otra etapa de nuestra historia que si bien, fue pináculo del deshonor de todo un pueblo, algunos no entendemos el sentido de casi noventa años mas tarde desenterrar el odio y la vergüenza.
Excepto que responda a fines políticos de unos pocos que buscando rédito, se amparan en unos votos comprados, a golpe de dolor y talonario.
Con el olvido de las victimas y la aflicción de sus familias no se juega.
Y si procediera hacerlo por alguna noble circunstancia, que la memoria histórica invocada, sea lo más equilibrada y justa posible y que sirva de fin y remedio, para todas las contiendas y reivindicaciones civiles o militares acaecidas en nuestra patria.
¿Pero alguien puede responderme como diablos, una parte de la sociedad ha olvidado quien fue Miguel Ángel Blanco, qué ocurrió en Barcelona en el Hipercor en el año 1987?
¿O quiénes son Irene Villa y Jose Antonio Ortega Lara, qué le sucedió al matrimonio Jiménez-Becerril García, al concejal de San Sebastián Gregorio Ordóñez o que terrible suceso tuvo lugar el 29 de Mayo de 1991 en la casa cuartel de Vich que dejó entre los escombros entre otros, los cuerpos de cinco angelitos inocentes?
O sin ir más lejos de nuestra comunidad, ¿que ocurrió un día aciago en Madrid en la plaza de Republica Dominicana ó en la humilde y proletaria barriada del Puente de Vallecas?
Poniendo estas barbaries como nimios ejemplos, de entre los múltiples escenarios del escarnio a que España se vio sometida durante la friolera de cuatro décadas y que fueron sembrando el país de fratricidio, vergüenza y miseria.
Es bien cierto, que la clave de la sanación dicen que esta oculta en el perdón y la esperanza, más el pueblo que olvida su historia, la oculta o empequeñece y actúa como si no hubiera existido, está cavando su propia tumba en base a la desidia y el desprecio.
Luego en el futuro no nos quejemos de que los jóvenes están dormidos si entre todos los ayudamos a que su vida sea un continuo desperdicio.
Encima de la falta de oportunidades y su difícil acceso a la vivienda y otro sinfín de problemas a los que los benditos se enfrentan, vamos los adultos y les ocultamos, nuestras ancestrales vergüenzas.
Así como van a reclamar y reivindicar sus derechos.
O es que a algunos les viene mejor, que moren dormidos e ignorantes, de históricas y dolientes experiencias.
Nuestro futuro esta en sus manos y en una parte importante de ellos a día de hoy, está ausente el pasado.
Ya se sabe, corazón que no sufre doliente, alma que se desentiende o se endurece.
Cirilo Luis Álvarez “ Ciri” Muy de Alcalá nº 39 Diciembre de 2020
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